sábado, 15 de enero de 2011

Volviendo a la realidad


Después de haber enviado la carta a España ya me consideraba con la tarea cumplida. Estaba feliz. Había logrado mi propósito: aprendí catalán (que es un idioma y no un dialecto como muchos desinformados piensan) y envié la carta, que Serrat de ninguna manera leería, pero me me llevaría una sorpresa, al menos en apariencia.
Pasaron algunos meses y me encontraba de vacaciones en la playa. Tuve que viajar a Santiago a cobrar mi salario por lo que aproveché de pasar al correo a ver si tenía correspondencia en mi Apartado postal. Cual no fue mi sorpresa al ver que además de todas las cartas que allí había para mí también estaba una papeleta de Correos de Chile en donde se me indicaba que pasara al mesón pues había un paquete que me habían enviado desde España. Todo no revistiría ninguna sorpresa de no ser por el caso que yo no conocía a nadie en la madre patria. El remitente era de la ciudad de Barcelona y tanto el destinatario como el remitente estaban escritos a mano. Era un sobre grande, cuadrado, en papel grueso, de estos que se utilizan para enviar documentos.
Abro el contenido y no se imaginan mi sorpresa al comprobar, consternado, que dentro de él estaba el último disco de Serrat en catalán (Material Sensible) junto a una carta manuscrita en términos bastante conceptuosos hacia mi persona.
Durante todo el trayecto entre Santiago y mi lugar de veraneo (unos 300 kilómetros) fue un sueño. ¡Imagínense! Realmente creía que el mismísimo Joan Manuel Serrat se había tomado la molestia de no sólo enviarme un disco suyo sino que escribirme de su puño y letra.
Se me olvidaba un detalle: el disco, obviamente, venía autografiado, y decía: "Per a en Joan Figueres i Guíxols, ben cordialment".
Al pasar los días volví a la realidad: definitivamente Serrat nunca supo de mi existencia, tal vez fue su secretario personal quien quiso terminar con la molestia que significaba este serratiano de las antípodas del mundo: Le enviamos el disco y la carta y se deja de molestar.
Sí, todo había sido un sueño. El despertar fue muy doloroso, se los aseguro.

3 comentarios:

  1. Quisiera comentar lo bien que se lee tu narrativa, es flexible y hasta cierto punto acogedora como el idioma que hablamos con nuestros conocidos, gracias por ello.

    Espero seguir conociendo lo que escribes y compartes en tu blog. Definitivamente vuelvo.

    Un abrazo hasta aquellas tierras casi Antárticas.

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  2. Hola Leonel-Joan:

    Pues mira, Serrat, es una persona muy sencilla y bien pudo ser el mismo el que te escribiera.
    Un abrazo,

    Doncs mira en Serrat es una persona molt sencilla, ben be podria haber sigut ell mateix el que t´escribis.

    Una abraçada, Montserrat

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