Hoy he tenido un arranque de egotismo y he decidido hablar de mí. Ruego me disculpen pero quiero llevarlos muy atrás en el tiempo.
Estamos en el año de 1976, mes de agosto. Debido a la mala situación económica que hubo en Chile post-golpe militar (1973) mi padre optó por buscar nuevo horizontes por ello debió tomar una gran decisión: viajar a otro país, que en el caso que nos ocupa es Ecuador. Mi padre inició su periplo en abril de 1976. Cuatro meses después viajamos nosotros cinco (madre, dos hermanos, mi hermana y yo). El viaje lo hicimos en avión.
Demás está decir que en aquellos años la computación en línea era un sueño que, de tanto en tanto, se podía leer sólo en novelas de ciencia ficción.
Mi padre no sabía de nuestra llegada. ¿Por qué? La agencia nos avisó que nuestro viaje se realizaría un día jueves, en tanto que padre nos esperaba el sábado siguiente.
Ecuador era un país muy diferente al mío. Chile es limpio, ordenado, un lugar del tercer mundo en donde las instituciones funcionan. Ecuador era todo lo contrario. Llegamos al aeropuerto de Quito, la capital ecuatoriana, y aquí comienza toda una aventura. Dramática y angustiante en mi caso, tanto que hasta el día de hoy la recuerdo en sus detalles.
Estamos en el año de 1976, mes de agosto. Debido a la mala situación económica que hubo en Chile post-golpe militar (1973) mi padre optó por buscar nuevo horizontes por ello debió tomar una gran decisión: viajar a otro país, que en el caso que nos ocupa es Ecuador. Mi padre inició su periplo en abril de 1976. Cuatro meses después viajamos nosotros cinco (madre, dos hermanos, mi hermana y yo). El viaje lo hicimos en avión.
Demás está decir que en aquellos años la computación en línea era un sueño que, de tanto en tanto, se podía leer sólo en novelas de ciencia ficción.
Mi padre no sabía de nuestra llegada. ¿Por qué? La agencia nos avisó que nuestro viaje se realizaría un día jueves, en tanto que padre nos esperaba el sábado siguiente.
Ecuador era un país muy diferente al mío. Chile es limpio, ordenado, un lugar del tercer mundo en donde las instituciones funcionan. Ecuador era todo lo contrario. Llegamos al aeropuerto de Quito, la capital ecuatoriana, y aquí comienza toda una aventura. Dramática y angustiante en mi caso, tanto que hasta el día de hoy la recuerdo en sus detalles.
emocionante.. para mi seria como una aventura.. pero dejar el lugar que te vio nacer y el cual te a visto crecer es muy dificil. porque no solo se deja una casa sino.. amistades.. rincones..personas.. en fin son muchos sentimientos encontrados.. lo se porque tengo 7 años que no vivo donde pasé mi infancia y parte de la adolescencia..aunque mis raices sean diferentes a las que llebo actualmente ya me siento de los dos lugares.. amo tanto mi lugar de origen como este que día a día transito desde hace 7 años..pero extraño a mis padres...pero comprendo que la vida aveces tiene que ser así..
ResponderBorrarespero con ansias la continuación..un saludo que te encuentres super bien..
Aquí estaré mi querido amigo para no perder detalle de este recuerdo.
ResponderBorrarMis besos siempre
Espero el final de la historia, que con sólo tratarse de partir de la Patria, ya estremece. Un abrazo
ResponderBorrarEstoy deseando de que llegue mañana.
ResponderBorrarUn abrazo.
Me encanta tu relato sencillo, y bastante ameno. Mañana regreso sin falta. Creo que en latinoamérica todos tenemos una historia similar.
ResponderBorrarFeliz domingo.
Interesante historia de vida, yo también me quedaré esperando su desenlace.
ResponderBorrarUn abrazo
ME ENCANTA LEER TU POST FAMILIAR
ResponderBorrarBUEN FIN D
UN ABRAZO
MARINA
Esas aventuras abren horizontes en la visualización de las personas, ´todavía hoy que la cuentas emociona, he estado esperando más, espero que estés bien, feliz fin de semana
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