jueves, 8 de octubre de 2009

Panchita y Don Quijote

Hace mucho tiempo que no escribía algo para mis memorias y justamente ahora que estoy pasando por horas bajas es la mejor manera, creo, de ir pasando este trago amargo que me ha puesto la Señora Vida.
Quienes me conocen saben que la literatura y, por ende, la lectura son los motores, los émbolos, que dirigen mi vida y, por ello, es que el mayor legado que pretendo legarle a mis amantísimas hijas, mis adorables luciérnagas, es el gusto por la lectura y es todo un agrado saber que ellas aman tanto los libros como yo, su diletante progenitor.
Hoy quiero compartir con todos vosotros una pequeña escena que ocurrió hace algunos años cuando mi pequeña, amada y tierna Panchita tenía unos cuatro años de edad.
Era enero, pleno verano austral, primera semana del año. Hay pocas cosas que son tan fuerte en mi vida como el hábito que cumplo rigurosamente desde que tenía catorce años y esto es que el primer libro que leo es el mismo de cada año: Don Quijote de La Mancha, la inmortal creación del no menos inmortal don Miguel de Cervantes y Saavedra.
En esta escena de mi vida anterior me hallaba yo solazado leyendo el capítulo XXXI de la Primera Parte del Quijote, aquel capítulo en donde el inefable Sancho Panza le narra su amo, el señor Don Quijote de La Mancha, la entrevista que el famoso escudero tuvo con la sin par beldad de doña Dulcinea del Toboso, quien, como todos sabemos, era la hombruna tabernera que respondía al nombre de Aldonza Lorenzo. Lo jocoso de esta situación era, a mi modo de ver, cuando donde Quijote le pide a Sancho que le cuente de la belleza sin par de su amada, que le describa el aroma a flores que manaba de su figura, a lo que Sancho le responde que él, Sancho, es un hombre del vulgo por lo que de flores sabe muy poco pero lo que realmente sintió fue un olor algo hombruno, un olor a sobacos.
Como he dicho, me hallaba leyendo este relato sentado cómodamente en un sofá disfrutando de la lectura cuando pasa por el lugar mi pequeña Panchita, quien, a la sazón, aún no sabía leer. Al leer el relato no pude menos de reírme de tal manera que mi hija, comida por la curiosidad, se acerca a mí, diciendo: “¿A veer?”
Inclinando su cabecita hacia el libro y al notar que había sólo una página con letras y sin imágenes, me mira intrigada haciendo una segunda pregunta: “¿Y de qué se ríe tanto?”. Ante esto yo la tomo por su delgadita cintura y la siento en mis rodillas y le leo el relato, luego se lo explico de tal manera que ella lo entienda. Esa semana unas dos o tres veces me pedía que le leyera nuevamente el pasaje.
Sí, una de las primeras aproximaciones de mi Panchita a la literatura universal fue con el mismísimo Caballero de la Triste Figura.

18 comentarios:

  1. Que buen inicio para tu Panchita. Bello relato, me imagino que continuará. A mi me encantaría.

    Un saludo cordial desde Guatemala.

    besos para tu Panchita.

    Ta pronto.

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  2. Leonel, tu historia me produjo una profunda emoción, y bien profunda. He visto reflejada casi mi misma situación. Mis hijos eran pequeños y ya estaban hartos de Caperucitas, Ositos y fábulas de Samaniego, de modo que una noche, tomé al Quijote (mi libro de oro) y comencé a leérselos. Fue tanta su atención que en días sucesivos me lo fueron pidiendo hasta que, como no podía ser de otra manera, llegó a su fin.
    He leído ese libro muchas veces y lo seguiré leyendo.

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  3. Mil gracias por este momento mágico de un encuentro con el pasado.

    Mis cariños a Panchita y a vos.
    (Hermosa niña)

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  4. Querido amigo: me parece sensacional tu anécdota. Es lo que tenemos que hacer con los hijos, aproximarles a la verdad de la escritura y de la vida. Yo leí durante muchos años durante el almuerzo diversas poesías a mis hijos, entre otras, las inefables del amigo Quevedo. Se partían de risa y yo aprovechaba para explicarles que todo el mundo, incluyendo las máximas personalidades, van al retrete todos los días. Alternaba estas diversiones leyéndoles poesía seria y seguían riéndose porque inevitablemente yo acababa llorando. Por eso me han respetado y querido tanto hasta ahora. Un abrazo.

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  5. muy bonito relato...seguire viniendo para ver en que para
    saludos
    Marina

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  6. ola!

    me causa una tierna emocion leer su relato y causalmente drante estos meses en el colegio me han hecho leer la primera y segunda parte del quijote... sinceramente no tuve la oportunidad de leer la primer parte por cuestion de tiempo y como la mayoria de los alumnos chilenos solo pedi que me lo resumiera un compañero que se compadecio de mi flojera jeje
    ahora he empezado a leer la segunda y aunque me ha costado mas de lo comun entenderlo debido al lenguaje que usa, no me ha parecido menos interesante y divertido tambien :)

    bueno, eso... espero que se encuentre bien..
    xao

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  7. Pues resulta un comienzo maravilloso y prometedor. Ojala todo el mundo pudiera ser consciente del gran deleite que puede proporcionar una buena lectura. Cuántos momentos malos ha alejado un libro, y cuántos buenos nos ha regalado.

    Que tenga un estupendo fin de semana.

    Bisous

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  8. Gracias por tu comentario en mi blog, me gustó leerte!

    =) HUMO

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  9. ohhh el Quijote
    como me gustó ese libro

    te seguiré compañero sudamericano!

    saludos desde Argentina

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  10. me he estado paseando por tu Blog despues que dejaste tu saludo en el mio(por cierto muchas gracias, los comentarios de uds. personas lejanas pero a la vez tan cercanas en intereses le dan alas a estos , nuestros pequeños espacios...)Me gusto mucho tu sitio y ese ferreo interes en inculcar en tus retoños el arte hermoso de las letras...seguire tu ejemplo con los mios, desde ya seguire tu sitio...Saludos!

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  11. Menudas lecturas les induces Leonel.
    Llegarán a ser unas sabiondas que nos den lecciones a todos.
    Y además guapas.
    Qué más se puede pedir.
    Besos tremebundos a los tres.

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  12. Jajaajaja qué linda anécdota, Quijote... un gran libro :D no lo leí todo pero me gusta!! Es mi deuda pendiente jaja
    Mi favoerito de lo que leí de Cervantes es "La Gitanilla".
    Todavía me falta (no sólo para los cuarenta y trece sino para pulir la escritura) pero gracias :P

    Saludos!!!

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  13. Buen inicio desde luego, tiene buen gusto. Besos

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  14. Hola de nuevo..
    WaoO me hubiera gustado que mi padre hiciera eso.. aclaro que no me quejo de lo que pase con mi padre.. porque fue diferente a lo que panchita vivio, tambien fue increible tengo recuerdos entre vacas, chivos, lodo, arboles, libertad en fin una niñez a lado de mi padre que siempre la llebare con migo por mas lejos que este de todo ese gran pasaje de mi vida..
    dbo felicitarte por ser un buen padre.porqe creo que lo eres. y por como escribes y tu pasión por las letras... enserio estoi encantadaa de haberte conociido..me encantaria que me dajaras tu correo.. seria interesante charlar contigo por mail.
    subi nueva entrada a mi blog.si gustas checarlas las puertas de mi blog estan abiertas para que comentes.. y si qisieras dejarme tu correo me lo puedes dejar en un comentariioo.
    saludos..muy buenos días
    creo qe hice una carta vd ajajajajaj

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  15. Leonel ¡cuánto me alegro que seas un padre fuera de lugar!

    No hace mucho pense lo triste que es ver tanto muchacho embobado por esa "cajita-que-idiotiza", que lo convierte en el decadente fututo de nuestro Chile, todo porque sus padres no supieron estar lo suficientemente cerca para hacerles ver lo hermoso y gigantesco que es el mundo de las letras.

    Tu hija tiene suerte de ser tu hija.

    Saludos, Mauro.

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  16. Me encanta el Quijote, leímos una versión reducida en la escuela (soy bachiller en letras), pero es genial cuando a los más chicos les gusta de chiquitos, justamente.

    Un abrazo... me parece quue panchita está grande. Y seguramente leyendo mucho ;)
    Un abrazo, desde Argentina. ¡Gracias por la buena onda del comentario en nuestro blog del programa! Espero y nos escuches...

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  17. Hola!!!! Me he divertido mucho con las anécdotas de cuando éramos pequeñas y también me ha dado cierta ternura. Espero que se encuentre bien y que cuando nos veamos podamos compartir muchas cosas máaass

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  18. Creí que vivíais los tres juntos.
    Estoy hecha un´verdadero lío.
    No me extraña que las añores tanto.

    Amigas, sois unas diosas afortunadas.
    Un abrazo.

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