sábado, 8 de junio de 2013
Paisaje amarillo
Una triste hoja de otoño
duerme en tus manos,
duerme en el silencio
de tu voz muda,
en el ayer
que me trae tu memoria…
una triste hoja de otoño
vela mis recuerdos,
la constancia de tu rostro
en mis pensamientos…
viernes, 12 de agosto de 2011
viernes, 21 de enero de 2011
Riobamba
Después de mucho tiempo sin escribir en este lugar vuelvo a finalizar la historia de mi llegada al Ecuador.
Cómo había dicho, al llegar al puesto de trabajo de mi padre este no estaba. Qué haríamos? Estábamos mi madre, mis dos hermanos, mi hermana, el taxista y yo. No quedaba más que esperar... y esperamos... y esperamos... y seguimos esperando.
Pasó una hora larguísima hasta que llegó un funcionario del periódico. Una excelente persona. Cuando mi madre le explicó quiénes éramos este señor no lo dudó. Pagó de su propio bolsillo el que se le debía de al taxista y nos hizo pasar en el edificio. Al rato llegó mi padre. Imagínense la alegría de todos nosotros.
Una vez instalados en la casa que mi padre alquilaba me pidió que lo acompañara a comprar a una ferretería y, una vez en este local, fue la primera vez que un ecuatoriano me dirigió algunas palabras. La señora encargada del negocio me saludó muy amablemente para después añadir: - "Y se enseña el huambrito?" Para mí esto no era castellano. Al menos, distaba mucho el español de Chile al que estaba acostumbrado. Miré contrariado a mi padre, quién sonrió antes de traducirme:
- Te está preguntando si te acostumbras en tu nuevo país.
Así, de este modo, me fui dando cuenta que los ecuatorianos utilizan algunos verbos de manera diferente a cómo lo hacemos en Chile. En este caso, enseñar quiere decir acostumbrarse. Huambrito quiere decir jovencito, mozo. Fue toda una experiencia estos tres años en tierras ecuatorianas. Me dejó una profunda huella este bello país andino, a tal punto que Ecuador y Cataluña compiten entre ellos para tener el segundo lugar en mi corazón.
Una cosa que se me ha olvidado de decir es que la situación producida al aeropuerto y el posterior viaje a Riobamba, motivado por el hecho de no saber a que nos enfrentábamos, fue una situación muy angustiosa para mí. Hoy digo que, incluso, fue muy injusto todo. Yo sólo tenía diez años y tuve que ser el brazo derecho de mi madre.
Nadie me lo pidió pero lo asumí. Esto es lo que a veces le he comentado a mi hija María de los Ángeles. ¿Qué cosa? Al parecer los hijos primogénitos tenemos un chip incorporado que nos hace sentirnos responsables de nuestros hermanos pequeños. A ella su madre le dice, como la mía a mí me lo decía, "Sé ejemplo para tu hermana pequeña", y esto que sólo se llevan por un año, la misma diferencia que tengo con el hermano que me sigue en edad y a quien se suponía que debía cuidar.
Cómo había dicho, al llegar al puesto de trabajo de mi padre este no estaba. Qué haríamos? Estábamos mi madre, mis dos hermanos, mi hermana, el taxista y yo. No quedaba más que esperar... y esperamos... y esperamos... y seguimos esperando.
Pasó una hora larguísima hasta que llegó un funcionario del periódico. Una excelente persona. Cuando mi madre le explicó quiénes éramos este señor no lo dudó. Pagó de su propio bolsillo el que se le debía de al taxista y nos hizo pasar en el edificio. Al rato llegó mi padre. Imagínense la alegría de todos nosotros.
Una vez instalados en la casa que mi padre alquilaba me pidió que lo acompañara a comprar a una ferretería y, una vez en este local, fue la primera vez que un ecuatoriano me dirigió algunas palabras. La señora encargada del negocio me saludó muy amablemente para después añadir: - "Y se enseña el huambrito?" Para mí esto no era castellano. Al menos, distaba mucho el español de Chile al que estaba acostumbrado. Miré contrariado a mi padre, quién sonrió antes de traducirme:
- Te está preguntando si te acostumbras en tu nuevo país.
Así, de este modo, me fui dando cuenta que los ecuatorianos utilizan algunos verbos de manera diferente a cómo lo hacemos en Chile. En este caso, enseñar quiere decir acostumbrarse. Huambrito quiere decir jovencito, mozo. Fue toda una experiencia estos tres años en tierras ecuatorianas. Me dejó una profunda huella este bello país andino, a tal punto que Ecuador y Cataluña compiten entre ellos para tener el segundo lugar en mi corazón.
Una cosa que se me ha olvidado de decir es que la situación producida al aeropuerto y el posterior viaje a Riobamba, motivado por el hecho de no saber a que nos enfrentábamos, fue una situación muy angustiosa para mí. Hoy digo que, incluso, fue muy injusto todo. Yo sólo tenía diez años y tuve que ser el brazo derecho de mi madre.
Nadie me lo pidió pero lo asumí. Esto es lo que a veces le he comentado a mi hija María de los Ángeles. ¿Qué cosa? Al parecer los hijos primogénitos tenemos un chip incorporado que nos hace sentirnos responsables de nuestros hermanos pequeños. A ella su madre le dice, como la mía a mí me lo decía, "Sé ejemplo para tu hermana pequeña", y esto que sólo se llevan por un año, la misma diferencia que tengo con el hermano que me sigue en edad y a quien se suponía que debía cuidar.
La historia de La la la
Siempre ha habido puntos oscuros en la historia, o mejor dicho, en lo que se contó sobre el "La La La". Manolo y Ramón (El Dúo Dinámico) nos han contado de primera mano, cómo compusieron la canción que ganó Eurovisión por vez primera para España, su relación con Joan Manuel Serrat, con Massiel y las vicisitudes y anécdotas que vivieron. Aunque está contado en tono coloquial, todo es rigurosamente cierto.
Todo empieza en Galicia, en el invierno 1967-68. El dúo había ido a cumplir un contrato en una sala de fiestas en Orense, y el día que tenían que regresar a Madrid, cayó una nevada antológica. Tal como estaban las carreteras entonces, lo recomendable era quedarse allí, y esperar que estuvieran transitables. Si no hubiera nevado ese domingo, no habría existido el "La La La", porque la suerte hizo que después de jugar a las cartas con algunos de los músicos en el hotel para pasar el rato, decidieran ir a ensayar y probar de hacer algo con la guitarra, alguna canción nueva, como acostumbraban. Ramón toca, y Manolo empieza a tararear algo, salen una melodía y unas armonías interesantes y algo empieza a tomar forma. El estribillo queda decidido, y a Ramón le gusta que se quede de leit motiv "La La La". Por entonces ni sabían, ni pensaban en Eurovisión. Pero gracias a la nevada tendríamos canción para dicho festival. Al día siguiente se despeja el temporal, y vuelven a Madrid, con el tiempo justo para tomar el avión hacia Venezuela. En Caracas tenían que cumplir otro contrato. Al regresar a España, les viene a esperar su manager de entonces, José Mª Lasso de la Vega, y les cuenta que deberían intentar hacer una canción para presentar a la preselección que hacía TVE para elegir una canción que representase a España en Eurovisión. Bueno, fantástico, tenemos algunas ideas, le dijeron. Quedaron en encontrarse en Barcelona, donde el Dúo actuaba en un local de la calle Sarriá, para escuchar la canción.
Lasso de la Vega, que hay que decir que también era manager de Joan Manuel Serrat (Ramón, amigo del "Nano", se lo había recomendado y presentado hacía algunos años), aparece allí una noche con Serrat, y antes de salir a actuar, en el camerino, pide a Manolo y Ramón, que les enseñen la canción de que hablaban y que habían iniciado en Orense. El Dúo la canta, y le gusta a Joan Manuel y por supuesto a José Mª Lasso. Lasso de la Vega, hombre práctico y muy inteligente, mataba así dos pájaros de un tiro: uno de sus artistas hacía la canción, y el otro la cantaba. Entonces surge: bueno ¿Y la letra? No tiene todavía. Lasso dice "Tengo una idea: Vosotros hacéis la música, y que sea "el Nano" quien haga la letra, la cante, y la presentamos así a Televisión". Joan Manuel, y Manolo y Ramón están de acuerdo. El Dúo indica que les gustaría que el estribillo y el título conserve el "La La La" defendiendo la idea de que al no tener un texto concreto, será una canción universal, igual para franceses, ingleses, italianos o alemanes, y eso es un punto muy importante, lo justo para un festival multilinguístico. A todos les parece bien. Así quedaron las cosas. Faltarían probablemente algunas semanas para que terminase el plazo de presentación de la canción a TVE, y había tiempo. Bien, pues no tanto. Llega la semana de presentar la canción, Joan Manuel no había hecho la letra, llega el día antes, y tampoco. Manolo y Ramón, que no quieren perder esa oportunidad, empiezan a trabajar a toda prisa, y Manolo termina una letra que piensa será provisional: "Yo canto a la mañana...que ve mi juventud...". Se dijeron: "Vamos a presentarla y si TVE la elige nadie se opondrá a que Joan Manuel cambie lo que quiera de la letra o haga una nueva". Manolo y Ramón graban una maqueta con la letra que había hecho Manolo la noche anterior, y la presentan dentro del plazo.
El jurado que debía elegir la canción que representará a España, presidido por el Sr. Arthur Kaps, es unánime, y vota la canción La La La como próxima representante de España. Cuando Lasso dice a TVE que Joan Manuel estaría dispuesto a cantarla en Eurovisión, la cosa está clara. Manolo y Ramón se felicitan, a la espera de que Joan Manuel decida lo que quiere hacer con la letra. Pero a pesar de que lo intenta, la letra en castellano se le resiste a Joan Manuel, y hace, en cambio, un texto en catalán del cual ha quedado muy satisfecho. Secreto nunca aireado: La compañía de discos de Joan Manuel, Zafiro (o quizá él mismo) hacen presión ante TVE y proponen que en vez del " La La La", Joan Manuel llevase a Eurovisión una canción nueva que había compuesto titulada "El titiritero". Este cambio, hubiera sido ilegal ya que transgrediría unas normas de presentación y plazos. El Dúo se entera de la maniobra, pero no puede hacer nada. En TVE escuchan "El titiritero" , y acuerdan que no, porque aún siendo una muy buena canción, el " La La La" tiene mas posibilidades de ganar porque es mas pegadiza y mas universal. Y se trata de ganar: España necesita ganar Eurovisión, y la ocasión la pintan calva. Ya todo el mundo de acuerdo con el "La La La", llega el plazo en que se tiene que grabar la canción, Serrat no ha terminado la letra en castellano, y decide grabar la letra que había hecho el Dúo, y grabar además su versión en catalán.
Arthur Kaps ha logrado, gracias a su buen hacer que el arreglo de la canción lo haga un buen amigo suyo, Bert Kaempfert, genial autor de la música de "Strangers in the night" de Frank Sinatra. Las cosas empiezan a salir realmente bien, esto marcha. Zafiro decide ir a grabar a Italia, en Milán, donde ha grabado JMS últimamente, y allí van todos: gente de la compañía de discos, Juan Manuel Serrat, José Mª Lasso, Juan Carlos Calderón que dirigirá la grabación, y Manolo y Ramón son también invitados. Se graba el "La La La" en catalán y castellano. Todo el mundo está feliz, y muy animado, porque vamos a ir a Eurovisión con algún que otro as en la manga. Un cantante extraordinario y de gran éxito, una canción moderna y fácil, un arreglo excepcional...todo está preparado para el éxito. Faltan apenas dos semanas para el evento, y Joan Manuel empieza a hacer la promoción del "La La La" por todas las televisiones de Europa, como era costumbre, donde ya se empiezan a recoger los primeros síntomas de que es una de las favoritas del certamen de ese año.
No podía ser todo tan bonito. Mientras "el Nano" estaba de promoción, hay grupos de presión política en Catalunya (Edigsa, la compañía de discos de JMS en catalán, Banca Catalana, -¡Cielos! ¡Pujol cabalga!-) que no están conformes con que Joan Manuel, máximo representante de la música en Catalunya represente a España y lo haga en castellano. (Hay que hacer notar que JMS había ya grabado muchos álbumes en castellano, y que siempre se autodefinía como bilingüe; por tanto no tenía nada de extraño que llamado a representar a España, lo hiciera en el idioma mayoritario del país, el castellano, y lo otro era politizar el asunto, sin duda para llamar la atención internacional hacia Catalunya, en un momento muy cerca del Festival, en que ya estaba todo en marcha. Así sería mas evidente. Por otro lado, a Edigsa le interesaba que cantara en catalán porque entonces el disco que se vendería sería el suyo, no el de Zafiro, que era en castellano...). Ignoramos cómo, pero el hecho es que convencen a Joan Manuel, que estará de acuerdo con el planteamiento: o cantar en catalán o echar marcha atrás.
Ramón recuerda que ése día había ido a comer a su casa José Mª Lasso "le gustaba la sopa de cocido que hacía mi madre", antes de irse por la tarde a París para ir a ver a JMS que estaba allí promocionando la canción. Estaban viendo el Telediario, y la bomba salta. Juan Manuel Serrat ha hecho saber que no irá a Eurovisión si no es cantando el "La La La" en catalán. Evidentemente, la estatal TVE no se iba a achantar. En un comunicado oficial, el locutor, descalifica al cantante y el asunto toma un cariz sospechosamente político, que sin duda era lo que pretendían los grupos nacionalistas en Catalunya. Tenemos pues, a JMS poco menos que de refugiado político en Francia, país con antiguas resonancias de exilios, y sin duda, no elegido al azar. José Mª Lasso, no se sorprende con la noticia, puesto que ya la sabía, hasta el punto de que habría estado negociando con Edigsa (o en las oficinas de Edigsa), ésa misma mañana con alguien, sobre qué pasaría, en caso de que las cosas salieran mal y Joan Manuel no cantara en Eurovisión ni pudiera regresar a España.
Lasso pide a Ramón que le acompañe al aeropuerto, y una vez allí le pide que pase por aduana un maletín que sabe que contiene dinero, que supuestamente sería para permitir sobrevivir a JMS en su exilio, en caso de que éste se alargara. Hay que recordar que en aquel tiempo era un grave delito el sacar moneda fuera de España. Ramón piensa que debe arriesgarse por ayudar a un amigo con problemas, y no lo duda ni un segundo. Lasso se aprovecha de que Ramón goza de fama y de simpatía, y éste pide permiso a los agentes para despedir a Lasso de la Vega, sabiendo que no desconfiarán de él. Pasará la aduana tranquilamente acompañando a Lasso y llevando el peligroso maletín mientras dirige una sonrisa a los guardia civiles de turno que a buen seguro, además, desearían pedirle un autógrafo. Hasta la fecha nunca, entre ellos, entre Joan Manuel y Ramón han vuelto a comentar éste hecho. En el país, no se habla de otra cosa que de la "espantá" de Joan Manuel. Manolo y Ramón defienden que Serrat habrá tenido sus razones para hacer lo que ha hecho. Desde el primer día, se comunican cada noche con el hotel George V, donde se hospeda JMS en París, para explicarle como andan las cosas, lo que se dice en la calle y lo que pasa a nivel oficial.
Aunque TVE se rasga las vestiduras oficialmente, tiene que seguir adelante; faltan pocos días y alguien tiene que cantar el "La La La". Se barajan varios nombres, e incluso el director de TVE en aquel momento, Juan José Rosón, llama a Manolo y Ramón y les previene para que estén preparados, porque podrían ser llamados a cantar la canción en Londres. Pero la compañía Zafiro, que ya ha hecho grandes inversiones, pelea, y propone a otra artista de su misma compañía, Massiel, la cual se halla en México actuando. Se ponen en contacto con ella, y arreglan todo rápidamente. Massiel viene a España de inmediato, escucha la canción, la aprende, se adapta el arreglo de Bert Kaempfert a su tono de voz, y se graba en los Estudios Kirios de Madrid. Manolo y Ramón están allí, así como el maestro Ibarbia que dirige la orquesta. Todo queda bien, y ya nada mas resta ir a Londres.
Todo empieza en Galicia, en el invierno 1967-68. El dúo había ido a cumplir un contrato en una sala de fiestas en Orense, y el día que tenían que regresar a Madrid, cayó una nevada antológica. Tal como estaban las carreteras entonces, lo recomendable era quedarse allí, y esperar que estuvieran transitables. Si no hubiera nevado ese domingo, no habría existido el "La La La", porque la suerte hizo que después de jugar a las cartas con algunos de los músicos en el hotel para pasar el rato, decidieran ir a ensayar y probar de hacer algo con la guitarra, alguna canción nueva, como acostumbraban. Ramón toca, y Manolo empieza a tararear algo, salen una melodía y unas armonías interesantes y algo empieza a tomar forma. El estribillo queda decidido, y a Ramón le gusta que se quede de leit motiv "La La La". Por entonces ni sabían, ni pensaban en Eurovisión. Pero gracias a la nevada tendríamos canción para dicho festival. Al día siguiente se despeja el temporal, y vuelven a Madrid, con el tiempo justo para tomar el avión hacia Venezuela. En Caracas tenían que cumplir otro contrato. Al regresar a España, les viene a esperar su manager de entonces, José Mª Lasso de la Vega, y les cuenta que deberían intentar hacer una canción para presentar a la preselección que hacía TVE para elegir una canción que representase a España en Eurovisión. Bueno, fantástico, tenemos algunas ideas, le dijeron. Quedaron en encontrarse en Barcelona, donde el Dúo actuaba en un local de la calle Sarriá, para escuchar la canción.
Lasso de la Vega, que hay que decir que también era manager de Joan Manuel Serrat (Ramón, amigo del "Nano", se lo había recomendado y presentado hacía algunos años), aparece allí una noche con Serrat, y antes de salir a actuar, en el camerino, pide a Manolo y Ramón, que les enseñen la canción de que hablaban y que habían iniciado en Orense. El Dúo la canta, y le gusta a Joan Manuel y por supuesto a José Mª Lasso. Lasso de la Vega, hombre práctico y muy inteligente, mataba así dos pájaros de un tiro: uno de sus artistas hacía la canción, y el otro la cantaba. Entonces surge: bueno ¿Y la letra? No tiene todavía. Lasso dice "Tengo una idea: Vosotros hacéis la música, y que sea "el Nano" quien haga la letra, la cante, y la presentamos así a Televisión". Joan Manuel, y Manolo y Ramón están de acuerdo. El Dúo indica que les gustaría que el estribillo y el título conserve el "La La La" defendiendo la idea de que al no tener un texto concreto, será una canción universal, igual para franceses, ingleses, italianos o alemanes, y eso es un punto muy importante, lo justo para un festival multilinguístico. A todos les parece bien. Así quedaron las cosas. Faltarían probablemente algunas semanas para que terminase el plazo de presentación de la canción a TVE, y había tiempo. Bien, pues no tanto. Llega la semana de presentar la canción, Joan Manuel no había hecho la letra, llega el día antes, y tampoco. Manolo y Ramón, que no quieren perder esa oportunidad, empiezan a trabajar a toda prisa, y Manolo termina una letra que piensa será provisional: "Yo canto a la mañana...que ve mi juventud...". Se dijeron: "Vamos a presentarla y si TVE la elige nadie se opondrá a que Joan Manuel cambie lo que quiera de la letra o haga una nueva". Manolo y Ramón graban una maqueta con la letra que había hecho Manolo la noche anterior, y la presentan dentro del plazo.
El jurado que debía elegir la canción que representará a España, presidido por el Sr. Arthur Kaps, es unánime, y vota la canción La La La como próxima representante de España. Cuando Lasso dice a TVE que Joan Manuel estaría dispuesto a cantarla en Eurovisión, la cosa está clara. Manolo y Ramón se felicitan, a la espera de que Joan Manuel decida lo que quiere hacer con la letra. Pero a pesar de que lo intenta, la letra en castellano se le resiste a Joan Manuel, y hace, en cambio, un texto en catalán del cual ha quedado muy satisfecho. Secreto nunca aireado: La compañía de discos de Joan Manuel, Zafiro (o quizá él mismo) hacen presión ante TVE y proponen que en vez del " La La La", Joan Manuel llevase a Eurovisión una canción nueva que había compuesto titulada "El titiritero". Este cambio, hubiera sido ilegal ya que transgrediría unas normas de presentación y plazos. El Dúo se entera de la maniobra, pero no puede hacer nada. En TVE escuchan "El titiritero" , y acuerdan que no, porque aún siendo una muy buena canción, el " La La La" tiene mas posibilidades de ganar porque es mas pegadiza y mas universal. Y se trata de ganar: España necesita ganar Eurovisión, y la ocasión la pintan calva. Ya todo el mundo de acuerdo con el "La La La", llega el plazo en que se tiene que grabar la canción, Serrat no ha terminado la letra en castellano, y decide grabar la letra que había hecho el Dúo, y grabar además su versión en catalán.
Arthur Kaps ha logrado, gracias a su buen hacer que el arreglo de la canción lo haga un buen amigo suyo, Bert Kaempfert, genial autor de la música de "Strangers in the night" de Frank Sinatra. Las cosas empiezan a salir realmente bien, esto marcha. Zafiro decide ir a grabar a Italia, en Milán, donde ha grabado JMS últimamente, y allí van todos: gente de la compañía de discos, Juan Manuel Serrat, José Mª Lasso, Juan Carlos Calderón que dirigirá la grabación, y Manolo y Ramón son también invitados. Se graba el "La La La" en catalán y castellano. Todo el mundo está feliz, y muy animado, porque vamos a ir a Eurovisión con algún que otro as en la manga. Un cantante extraordinario y de gran éxito, una canción moderna y fácil, un arreglo excepcional...todo está preparado para el éxito. Faltan apenas dos semanas para el evento, y Joan Manuel empieza a hacer la promoción del "La La La" por todas las televisiones de Europa, como era costumbre, donde ya se empiezan a recoger los primeros síntomas de que es una de las favoritas del certamen de ese año.
No podía ser todo tan bonito. Mientras "el Nano" estaba de promoción, hay grupos de presión política en Catalunya (Edigsa, la compañía de discos de JMS en catalán, Banca Catalana, -¡Cielos! ¡Pujol cabalga!-) que no están conformes con que Joan Manuel, máximo representante de la música en Catalunya represente a España y lo haga en castellano. (Hay que hacer notar que JMS había ya grabado muchos álbumes en castellano, y que siempre se autodefinía como bilingüe; por tanto no tenía nada de extraño que llamado a representar a España, lo hiciera en el idioma mayoritario del país, el castellano, y lo otro era politizar el asunto, sin duda para llamar la atención internacional hacia Catalunya, en un momento muy cerca del Festival, en que ya estaba todo en marcha. Así sería mas evidente. Por otro lado, a Edigsa le interesaba que cantara en catalán porque entonces el disco que se vendería sería el suyo, no el de Zafiro, que era en castellano...). Ignoramos cómo, pero el hecho es que convencen a Joan Manuel, que estará de acuerdo con el planteamiento: o cantar en catalán o echar marcha atrás.
Ramón recuerda que ése día había ido a comer a su casa José Mª Lasso "le gustaba la sopa de cocido que hacía mi madre", antes de irse por la tarde a París para ir a ver a JMS que estaba allí promocionando la canción. Estaban viendo el Telediario, y la bomba salta. Juan Manuel Serrat ha hecho saber que no irá a Eurovisión si no es cantando el "La La La" en catalán. Evidentemente, la estatal TVE no se iba a achantar. En un comunicado oficial, el locutor, descalifica al cantante y el asunto toma un cariz sospechosamente político, que sin duda era lo que pretendían los grupos nacionalistas en Catalunya. Tenemos pues, a JMS poco menos que de refugiado político en Francia, país con antiguas resonancias de exilios, y sin duda, no elegido al azar. José Mª Lasso, no se sorprende con la noticia, puesto que ya la sabía, hasta el punto de que habría estado negociando con Edigsa (o en las oficinas de Edigsa), ésa misma mañana con alguien, sobre qué pasaría, en caso de que las cosas salieran mal y Joan Manuel no cantara en Eurovisión ni pudiera regresar a España.
Lasso pide a Ramón que le acompañe al aeropuerto, y una vez allí le pide que pase por aduana un maletín que sabe que contiene dinero, que supuestamente sería para permitir sobrevivir a JMS en su exilio, en caso de que éste se alargara. Hay que recordar que en aquel tiempo era un grave delito el sacar moneda fuera de España. Ramón piensa que debe arriesgarse por ayudar a un amigo con problemas, y no lo duda ni un segundo. Lasso se aprovecha de que Ramón goza de fama y de simpatía, y éste pide permiso a los agentes para despedir a Lasso de la Vega, sabiendo que no desconfiarán de él. Pasará la aduana tranquilamente acompañando a Lasso y llevando el peligroso maletín mientras dirige una sonrisa a los guardia civiles de turno que a buen seguro, además, desearían pedirle un autógrafo. Hasta la fecha nunca, entre ellos, entre Joan Manuel y Ramón han vuelto a comentar éste hecho. En el país, no se habla de otra cosa que de la "espantá" de Joan Manuel. Manolo y Ramón defienden que Serrat habrá tenido sus razones para hacer lo que ha hecho. Desde el primer día, se comunican cada noche con el hotel George V, donde se hospeda JMS en París, para explicarle como andan las cosas, lo que se dice en la calle y lo que pasa a nivel oficial.
Aunque TVE se rasga las vestiduras oficialmente, tiene que seguir adelante; faltan pocos días y alguien tiene que cantar el "La La La". Se barajan varios nombres, e incluso el director de TVE en aquel momento, Juan José Rosón, llama a Manolo y Ramón y les previene para que estén preparados, porque podrían ser llamados a cantar la canción en Londres. Pero la compañía Zafiro, que ya ha hecho grandes inversiones, pelea, y propone a otra artista de su misma compañía, Massiel, la cual se halla en México actuando. Se ponen en contacto con ella, y arreglan todo rápidamente. Massiel viene a España de inmediato, escucha la canción, la aprende, se adapta el arreglo de Bert Kaempfert a su tono de voz, y se graba en los Estudios Kirios de Madrid. Manolo y Ramón están allí, así como el maestro Ibarbia que dirige la orquesta. Todo queda bien, y ya nada mas resta ir a Londres.
Quito - Riobamba
Al llegar a un país extraño mi madre pensó que el mejor era llevar dólares, principalmente porque en Chile no fue posible encontrar divisas ecuatorianas.
Al salir del aeropuerto la idea era encontrar un taxi que nos llevara a Riobamba, ciudad en la cual residía mi padre, ubicada en unas cuatro horas en bus. Se presentó el primer problema ya que nadie nos quiso llevar pues sólo aceptaban dinero nacional. ¿Se puede creer? ¿Taxis de un aeropuerto internacional que no reciban dólares? ¿Es posible creer esta situación? Una joven mujer (31 años) sola en un país extraño y con el aditivo de llegar a reencontrarse con su esposo, teniendo dinero y nadie se lo aceptaba.
A lo anterior recuerden que mi madre iba con cuatro criaturas, la más pequeña de las cuales tenía sólo un año de edad (mi hermana Francia) y el más grande era yo, un niño de diez años. El plan B era, entonces, ver de qué otra manera podíamos llegar. Mi madre los ofreció las pocas joyas que traía, entre las cuales se contaba su propia sortija de matrimonio. La idea era que sirvieran de garantía pues llegando a Riobamba mi padre pagaría el valor del viaje.
Estos taxistas sólo reían, al mismo tiempo que le decían: - No insista señora, nadie la va a llevar. Mejor acuda a su consulado.
Finalmente después de mucho bregar un joven taxista se apiadó de nuestra situación. No hay que decir que el viaje fue horrible. Una carretera que serpenteaba de manera endemoniada, que pasaba en medio de cada pueblo con el cual nos topábamos, con un paisaje natural impresionante pero un paisaje humano lamentable: gente sucia y pobre como nunca habíamos visto.
Después de cuatro interminables horas llegamos a Riobamba. Nos dirigieron al periódico en el cual mi padre trabajaba y no había nadie. Qué hacer entonces?
Al salir del aeropuerto la idea era encontrar un taxi que nos llevara a Riobamba, ciudad en la cual residía mi padre, ubicada en unas cuatro horas en bus. Se presentó el primer problema ya que nadie nos quiso llevar pues sólo aceptaban dinero nacional. ¿Se puede creer? ¿Taxis de un aeropuerto internacional que no reciban dólares? ¿Es posible creer esta situación? Una joven mujer (31 años) sola en un país extraño y con el aditivo de llegar a reencontrarse con su esposo, teniendo dinero y nadie se lo aceptaba.
A lo anterior recuerden que mi madre iba con cuatro criaturas, la más pequeña de las cuales tenía sólo un año de edad (mi hermana Francia) y el más grande era yo, un niño de diez años. El plan B era, entonces, ver de qué otra manera podíamos llegar. Mi madre los ofreció las pocas joyas que traía, entre las cuales se contaba su propia sortija de matrimonio. La idea era que sirvieran de garantía pues llegando a Riobamba mi padre pagaría el valor del viaje.
Estos taxistas sólo reían, al mismo tiempo que le decían: - No insista señora, nadie la va a llevar. Mejor acuda a su consulado.
Finalmente después de mucho bregar un joven taxista se apiadó de nuestra situación. No hay que decir que el viaje fue horrible. Una carretera que serpenteaba de manera endemoniada, que pasaba en medio de cada pueblo con el cual nos topábamos, con un paisaje natural impresionante pero un paisaje humano lamentable: gente sucia y pobre como nunca habíamos visto.
Después de cuatro interminables horas llegamos a Riobamba. Nos dirigieron al periódico en el cual mi padre trabajaba y no había nadie. Qué hacer entonces?
Santiago - Quito
Hoy he tenido un arranque de egotismo y he decidido hablar de mí. Ruego me disculpen pero quiero llevarlos muy atrás en el tiempo.
Estamos en el año de 1976, mes de agosto. Debido a la mala situación económica que hubo en Chile post-golpe militar (1973) mi padre optó por buscar nuevo horizontes por ello debió tomar una gran decisión: viajar a otro país, que en el caso que nos ocupa es Ecuador. Mi padre inició su periplo en abril de 1976. Cuatro meses después viajamos nosotros cinco (madre, dos hermanos, mi hermana y yo). El viaje lo hicimos en avión.
Demás está decir que en aquellos años la computación en línea era un sueño que, de tanto en tanto, se podía leer sólo en novelas de ciencia ficción.
Mi padre no sabía de nuestra llegada. ¿Por qué? La agencia nos avisó que nuestro viaje se realizaría un día jueves, en tanto que padre nos esperaba el sábado siguiente.
Ecuador era un país muy diferente al mío. Chile es limpio, ordenado, un lugar del tercer mundo en donde las instituciones funcionan. Ecuador era todo lo contrario. Llegamos al aeropuerto de Quito, la capital ecuatoriana, y aquí comienza toda una aventura. Dramática y angustiante en mi caso, tanto que hasta el día de hoy la recuerdo en sus detalles.
Estamos en el año de 1976, mes de agosto. Debido a la mala situación económica que hubo en Chile post-golpe militar (1973) mi padre optó por buscar nuevo horizontes por ello debió tomar una gran decisión: viajar a otro país, que en el caso que nos ocupa es Ecuador. Mi padre inició su periplo en abril de 1976. Cuatro meses después viajamos nosotros cinco (madre, dos hermanos, mi hermana y yo). El viaje lo hicimos en avión.
Demás está decir que en aquellos años la computación en línea era un sueño que, de tanto en tanto, se podía leer sólo en novelas de ciencia ficción.
Mi padre no sabía de nuestra llegada. ¿Por qué? La agencia nos avisó que nuestro viaje se realizaría un día jueves, en tanto que padre nos esperaba el sábado siguiente.
Ecuador era un país muy diferente al mío. Chile es limpio, ordenado, un lugar del tercer mundo en donde las instituciones funcionan. Ecuador era todo lo contrario. Llegamos al aeropuerto de Quito, la capital ecuatoriana, y aquí comienza toda una aventura. Dramática y angustiante en mi caso, tanto que hasta el día de hoy la recuerdo en sus detalles.
22 de Marzo de 1991
El día que María de los Ángeles Muñoz Adasme, mi hermosa niñita, nació fue un día inolvidable. En realidad una noche inolvidable, me estrenaba como padre y con las mejores pretensiones de ser el mejor de los mejores. hoy no es una historia la que les tengo preparado sino un poema pero aclaro que son versos escritos esa misma noche. Lo aclaro para que se entienda toda la carga emocional que tienen. Obviamente fueron escritos en catalán y por primera vez los traduzco al castellano.
Las dos fotos que acompañan estos versos son de mi Ángeles en dos etapas importantes de su vida: la primaria y la secundaria. ¿Cierto que su belleza se mantiene?
Antes debo explicar algo: lo de madre de un dios e hija de un dios. Mi niña lleva el nombre de María por la hija mayor de Serrat, y Ángeles debido a que así se llamaba la madre de Serrat.
MARÍA DE LOS ÁNGELES
Has llegado al mundo
pero habitabas
en mi corazón...
una pequeña luciérnaga,
una flor,
una canción de primavera,
el silencio que me llena de gozo
el alma,
los tesoros
que desde ahora guardaré
con ternura...
has llegado al mundo
con el nombre que un dios
escogió
para su hija,
el nombre de la madre de un dios,
el nombre que hará
que las palabras
sean pequeños heraldos
de tus pequeños ojos...
has llegado al mundo
para llenar mi mundo
de flores,
de escarcha,
de pétalos dorados,
de frases
que ahora nacen contigo,
de silencios que escudriñan
mis días,
mis horas,
que harán que la tristeza
que hasta ahora me ha llenado
sea una pesadilla de otro
que no soy yo,
de otro que se llevará
mis afanes,
mis tristezas,
la derrota del ayer
que se queja en la calle...
Has llegado al mundo
pero ya habitabas
en mi corazón...
has llegado al mundo
con un ramo en la mano,
con un cirio azul
en los dientes,
con un manojo de versos nuevos,
con un bosque
de hojas vivas,
con un renuevo de palabras,
de plegarias,
de largas caminatas,
de tardes en el mar,
de atardeceres lejanos,
de lágrimas que menguarán
en mi corazón
tan sólo cuando piense en ti,
pequeña musa mía,
pequeña flor
que engalanarás
el otoño austral,
los rumores
de un tiempo que ahora me deja,
de un tiempo lloroso,
de un tiempo enfermo
que recobrará la salud
contigo,
sólo contigo...
una petita lluerna,
una flor,
una canción de primavera,
el silencio que me llena de gozo
el alma,
los tesoros
que desde ahora guardaré
con ternura...
Curicó, 22 de marzo de 1991
Las dos fotos que acompañan estos versos son de mi Ángeles en dos etapas importantes de su vida: la primaria y la secundaria. ¿Cierto que su belleza se mantiene?
Antes debo explicar algo: lo de madre de un dios e hija de un dios. Mi niña lleva el nombre de María por la hija mayor de Serrat, y Ángeles debido a que así se llamaba la madre de Serrat.
MARÍA DE LOS ÁNGELES
Has llegado al mundo
pero habitabas
en mi corazón...
una pequeña luciérnaga,
una flor,
una canción de primavera,
el silencio que me llena de gozo
el alma,
los tesoros
que desde ahora guardaré
con ternura...
has llegado al mundo
con el nombre que un dios
escogió
para su hija,
el nombre de la madre de un dios,
el nombre que hará
que las palabras
sean pequeños heraldos
de tus pequeños ojos...
has llegado al mundo
para llenar mi mundo
de flores,
de escarcha,
de pétalos dorados,
de frases
que ahora nacen contigo,
de silencios que escudriñan
mis días,
mis horas,
que harán que la tristeza
que hasta ahora me ha llenado
sea una pesadilla de otro
que no soy yo,
de otro que se llevará
mis afanes,
mis tristezas,
la derrota del ayer
que se queja en la calle...
Has llegado al mundo
pero ya habitabas
en mi corazón...
has llegado al mundo
con un ramo en la mano,
con un cirio azul
en los dientes,
con un manojo de versos nuevos,
con un bosque
de hojas vivas,
con un renuevo de palabras,
de plegarias,
de largas caminatas,
de tardes en el mar,
de atardeceres lejanos,
de lágrimas que menguarán
en mi corazón
tan sólo cuando piense en ti,
pequeña musa mía,
pequeña flor
que engalanarás
el otoño austral,
los rumores
de un tiempo que ahora me deja,
de un tiempo lloroso,
de un tiempo enfermo
que recobrará la salud
contigo,
sólo contigo...
una petita lluerna,
una flor,
una canción de primavera,
el silencio que me llena de gozo
el alma,
los tesoros
que desde ahora guardaré
con ternura...
Curicó, 22 de marzo de 1991
Autoestima
Lo primero decirle a mi María de los Ángeles que su correo del día de hoy me alegró el día.
Bueno, pero a lo nuestro. El título de la entrada de hoy obedece más bien a que no todo lo que legué a mi niñita, genéticamente hablando, fue positivo, ya que de lo contrario ella sería perfecta, jaja. Bromas aparte, uno de los rasgos que ella y yo compartimos es la baja autoestima.
Como me di cuenta de ello casi desde el principio de la vida de mi hija mayor y como era (es) tanto el amor que le tenía (tengo) quise que ella no pasara por los sufrimientos que tener aquello que de manera tan frívola llamamos timidez.
Como en cada una de las historias que he compartido con todos ustedes hoy no será la excepción ya que Ángeles era muy pequeñita, tan pequeñita como temerosa de hacer las cosas.
Era domingo, aún vivíamos en el número 318 de la calle Merino Jarpa, y habíamos recién llegado de hacer las compras en el supermercado. A Ángeles le fascinaba ayudarme a guardar los víveres en su correspondiente lugar. A la sazón, estábamos guardando los huevos en el refrigerador, ella estaba subida en una silla y yo le iba pasando los huevos uno a uno, entonces ella los iba colocando en su cubículo. Su madre, siempre tan aprensiva, nos había advertido ya que tuviéramos cuidado de no romper ningún huevo. Yo la tranquilizaba diciéndole que su preocupación estaba de más.
En eso estábamos cuando de repente y de manera inopinada uno de estos huevos cayó al suelo, imagínense el resultado: Ángeles se asustó y su pechito empezó a acelerar los latidos de su corazón de lo asustada que estaba. Yo la tranquilicé diciéndole que limpiando el piso todo se arreglaba. Fuimos a buscar la escoba, algunos paños y un poco de cera. Lo dejamos como si no hubiera pasado nada. El trabajo de Ángeles consistió en arrojar a la basura los papeles que ocupamos para limpiar. Con una amplia sonrisa se sacudió las manos como quien acababa de subir a la cumbre del Everest.
Pero la historia no acaba aquí. Faltaba, tal vez, lo más importante: reponer el huevo. Le puse su jersey y coloqué una moneda en su cartera. La idea era que ella pagara el huevo con el dinero que había puesto en la cartera. Llegamos al almacén, pedimos el huevo, nos entregaron la bolsa con nuestro preciado tesoro y llegados al momento de pagar mi hermosa acompañante no quiso desprenderse de su “capital”. Obligado, entonces, a pagar yo. En mi vida había pagado tanto por un simple huevo.
Bueno, pero a lo nuestro. El título de la entrada de hoy obedece más bien a que no todo lo que legué a mi niñita, genéticamente hablando, fue positivo, ya que de lo contrario ella sería perfecta, jaja. Bromas aparte, uno de los rasgos que ella y yo compartimos es la baja autoestima.
Como me di cuenta de ello casi desde el principio de la vida de mi hija mayor y como era (es) tanto el amor que le tenía (tengo) quise que ella no pasara por los sufrimientos que tener aquello que de manera tan frívola llamamos timidez.
Como en cada una de las historias que he compartido con todos ustedes hoy no será la excepción ya que Ángeles era muy pequeñita, tan pequeñita como temerosa de hacer las cosas.
Era domingo, aún vivíamos en el número 318 de la calle Merino Jarpa, y habíamos recién llegado de hacer las compras en el supermercado. A Ángeles le fascinaba ayudarme a guardar los víveres en su correspondiente lugar. A la sazón, estábamos guardando los huevos en el refrigerador, ella estaba subida en una silla y yo le iba pasando los huevos uno a uno, entonces ella los iba colocando en su cubículo. Su madre, siempre tan aprensiva, nos había advertido ya que tuviéramos cuidado de no romper ningún huevo. Yo la tranquilizaba diciéndole que su preocupación estaba de más.
En eso estábamos cuando de repente y de manera inopinada uno de estos huevos cayó al suelo, imagínense el resultado: Ángeles se asustó y su pechito empezó a acelerar los latidos de su corazón de lo asustada que estaba. Yo la tranquilicé diciéndole que limpiando el piso todo se arreglaba. Fuimos a buscar la escoba, algunos paños y un poco de cera. Lo dejamos como si no hubiera pasado nada. El trabajo de Ángeles consistió en arrojar a la basura los papeles que ocupamos para limpiar. Con una amplia sonrisa se sacudió las manos como quien acababa de subir a la cumbre del Everest.
Pero la historia no acaba aquí. Faltaba, tal vez, lo más importante: reponer el huevo. Le puse su jersey y coloqué una moneda en su cartera. La idea era que ella pagara el huevo con el dinero que había puesto en la cartera. Llegamos al almacén, pedimos el huevo, nos entregaron la bolsa con nuestro preciado tesoro y llegados al momento de pagar mi hermosa acompañante no quiso desprenderse de su “capital”. Obligado, entonces, a pagar yo. En mi vida había pagado tanto por un simple huevo.
Exclusividad
Quiero ser sincero conmigo y decir que la historia de hoy no es precisamente "una" historia sino más bien retazos de recuerdos que de lo mismo. A medida que las líeneas de este escrito vayan apareciendo me entenderán mejor.
Comencemos, entonces:
En una de las últimas actualizaciones me comentó mi bella hija mayor, y no escribió uno sino que dos comentarios. El segundo de estos dice:
"Casi se me olvida:
¿Por qué la panxy
tiene más publicaciones
que yo?"
Mi primera reacción fue de simpatía ya que me llevó en el tiempo a un sinnúmero de ocasiones en las que el derecho de exclusividad ella lo exigía a ultranza. Recuerdo, por ejemplo, cuando tenía apenas un añito y era (todavía lo es) absolutamente bella. Poseía unos ojitos melancólicos, unas suaves pestañas, unas delicadas cejas, unos labios tan bien delineados, en fin, hermosamente bella por donde se la mire. En la oportunidad de la que estoy hablando yo la tenía en brazos, su madre a nuestro lado completaba el cuadro. Yo, mirando a mi hijita, le dije a su madre:
- Mira esos ojitos.
A lo que añadí:
- Yo sería incapaz de alguna vez decirle que no, sería imposible de mi parte.
Su madre, rió, para luego agregar:
- ¿Y cuando, dentro de algunos años, venga donde ti y te pida permiso para tener novio?
Respondí:
- Tienes razón, sí que voy a ser capaz.
Después de lo cual ambos reímos. Sin duda eran buenos tiempos en mi vida.
En otra ocasión Ángeles tenía 4 años y Panchita 2. Las llamo a ambas diciéndoles:
- Vengan mis niñitas con su papá.
Ángeles, muy seria ella, me mira fijo y dice:
- No, no, no. Yo soy su niñita, la Panchi es su chiquitita.
Y la última en este relato, mas no la última que recuerdo, estábamos en un parque los tres: padre, hija mayor e hija menor, cuando ella le dice a su hermana que le tiene que hacer caso pues para eso ella es la mayor.
Hoy Ángeles, eso es una de las cosas que más me gusta de ella, se ha transformado en la protectora de su hermana, su confidente, a pesar de que sólo se llevan un año y medio.
Las siguientes palabras son para Ángeles:
Con esta entrada ahora ambas tienen la misma cantidad de publicaciones: yo cumplí, así es que creo ser merecedor de un largo comentario, mínimo diez líneas, jaja...
Comencemos, entonces:
En una de las últimas actualizaciones me comentó mi bella hija mayor, y no escribió uno sino que dos comentarios. El segundo de estos dice:
"Casi se me olvida:
¿Por qué la panxy
tiene más publicaciones
que yo?"
Mi primera reacción fue de simpatía ya que me llevó en el tiempo a un sinnúmero de ocasiones en las que el derecho de exclusividad ella lo exigía a ultranza. Recuerdo, por ejemplo, cuando tenía apenas un añito y era (todavía lo es) absolutamente bella. Poseía unos ojitos melancólicos, unas suaves pestañas, unas delicadas cejas, unos labios tan bien delineados, en fin, hermosamente bella por donde se la mire. En la oportunidad de la que estoy hablando yo la tenía en brazos, su madre a nuestro lado completaba el cuadro. Yo, mirando a mi hijita, le dije a su madre:
- Mira esos ojitos.
A lo que añadí:
- Yo sería incapaz de alguna vez decirle que no, sería imposible de mi parte.
Su madre, rió, para luego agregar:
- ¿Y cuando, dentro de algunos años, venga donde ti y te pida permiso para tener novio?
Respondí:
- Tienes razón, sí que voy a ser capaz.
Después de lo cual ambos reímos. Sin duda eran buenos tiempos en mi vida.
En otra ocasión Ángeles tenía 4 años y Panchita 2. Las llamo a ambas diciéndoles:
- Vengan mis niñitas con su papá.
Ángeles, muy seria ella, me mira fijo y dice:
- No, no, no. Yo soy su niñita, la Panchi es su chiquitita.
Y la última en este relato, mas no la última que recuerdo, estábamos en un parque los tres: padre, hija mayor e hija menor, cuando ella le dice a su hermana que le tiene que hacer caso pues para eso ella es la mayor.
Hoy Ángeles, eso es una de las cosas que más me gusta de ella, se ha transformado en la protectora de su hermana, su confidente, a pesar de que sólo se llevan un año y medio.
Las siguientes palabras son para Ángeles:
Con esta entrada ahora ambas tienen la misma cantidad de publicaciones: yo cumplí, así es que creo ser merecedor de un largo comentario, mínimo diez líneas, jaja...
domingo, 16 de enero de 2011
Mi pequeña sicóloga
En mi corazón siempre será pequeña, una princesita como la primera vez que las tuve en mis brazos. Era dueña, desde su más tierna infancia una menuda maravilla, dueña de una personalidad desbordante, de una seguridad absoluta en sí misma.
Hoy, para todos, menos para mí, es toda una mujercita, pues para mí siempre mi chiquitita era la única capaz de reñirme y decirme las cosas por su nombre.
Ya tienes dieciocho años y has volado alto, muy alto con tus pequeñas alas de luciérnaga.
Para que el mundo se entere en Chile el ingreso a la Universidad requiere de presentarse a un proceso llamado P.S.U. (Prueba de Selección Universitaria), el consiste en básicamente de tres pruebas muy difíciles: Lenguaje, Matemáticas e Historia. Les cuento esto para que el mundo se entere que mi pequeña Panchita rindió con éxito sobresaliente estos tres exámenes lo cual significa en términos prácticos que ya es una flamante alumna de la carrera de Sicología en una de las mejores universidades del país: la Universidad Católica del Maule, o sea, que como hija a tengo una futura sicóloga. Pregunto a la audiencia que me lee: ¿Se puede entender mi regocijo?
Soy el hombre más feliz, el padre más dichoso, pues mi pequeña luciérnaga está cumpliendo lo que yo siempre esperé de ella en virtud de sus grandes habilidades: una niña respetuosa, culta y empática. Sin duda que esta nueva vidas que emprende estará colmada de éxito.
Hijita, si en algo puedo ayudar, y si está dentro de mis posibilidades puede contar conmigo.
Mi amor sigue inclaudicable, mi admiración también.
Su padre.
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