No es tarea difícil hablar de mi pequeña hija María Francisca Muñoz Adasme, conocida arreu del món como Panchita o, sencillamente, Panchi. Digo que no es tarea difícil, lo difícil es no caer en el uso indiscriminado de los adjetivos menos para alguien como yo que abunda en ellos. Mi pequeña (pues para mí siempre lo será) hoy cumple diecisiete años y, la verdad, es que me parece casi una broma pensar que ha pasado tanto tiempo desde el día que nació.
En Chile el mes de septiembre es frío: termina el invierno y comienza la primavera y aquel 1 de septiembre de 1992 no fue la excepción. En lo personal era esperada con un anhelo expectante pues venía a ser el complemento perfecto de su hermana María de los Ángeles, quien, a la sazón, tenía apenas un año y medio de vida.
Panchita fue desde el principio una niña alegre, locuaz y la cómplice absoluta de su hermanita mayor. Tierna por antonomasia, dueña de una personalidad única, avasallante, con una sonrisa exquisita que derretía certeramente el corazón de su progenitor, es decir, yo. Le gustaba mucho escucharme hablar y siempre, pero siempre, tenía algo que decir.
Su memoria era única, con modestia debo indicar que éste es un rasgo que heredó absolutamente de mí. Cosas que le enseñaba como algunas palabras de alguno de los idiomas que hablo las recordaba por semanas y siempre pedía más, nuevas palabras. Era una pequeña con un hambre de conocer, adquirir y aprehender nuevos conocimientos.
Otra cosa que me subyugaba absolutamente a ella era su innata coquetería. Me rendía absolutamente a sus encantos. Cuando sonreía sus marcados ojitos almendrados desaparecían siendo reemplazados por una sola línea que en perfecta simetría me daban la idea de estar en presencia de dos lunas. Por esta razón cuando ella cumplió diez años escribí un libro de poemas el cual titulé Ulls de lluna (Ojos de luna).
Sí, mi Panchita llegó a duplicar la alegría y dulzura que ya existía en mi vida gracias a mi primogénita María de los Ángeles. Ambas, y cada una en forma parecida y, a la vez, diferente, han sido una verdadera bendición en mi vida. Considero, además, y modestia aparte, que ambas llevan de mí una indesmentible carga genética a pesar de lo cual son dos jovencitas absolutamente hermosas, desde un punto de vista físico y, también, dos seres humanos de una calidad incuestionable.
Que hermosa esad. Y que bellas palabras para la niña bonita. Para tu tesoro. Hermosa niña afortunada por tener un amor tan incondicional nada menos que en su padre. Felicidades para Panchi y besos en sus 17. Cuidala mucho, siempre. Te dejo un beso, cuidate.
ResponderBorrarMuchas Felicidades para panchita. Pero osea, tienes dos niñas. Se ve clara tu pasión por Panchita, no quiero molestarte, ni nada por el estilo,te lo pregunto con naturalidad ¿no se sentirá la mayor un poco desplazada?.
ResponderBorrarbesitos y amor.
Bueno como ya te lo he preguntado borro ésta entrada y pongo otra
besos
ah pues no le des paso que pongo otra es que no se si puede hacerte sentir mal, y no es mi intención
ResponderBorrarno la pongas pongo otra
vale?
Hola....Que bello es tu amor por Panchita.
ResponderBorrarMuchas felicidades para tu niña.
Besos y amor
je
Pues muchas felicidades para ella :)
ResponderBorrarmuy buen texto ...felicidades
ResponderBorrarbesos
Marina
El amor de un padre es como un gran manto que siempre nos cobijará siempre, tus hijas son muy afortunadas. Felicidades a tu dulce Panchita.
ResponderBorrarY gracias por tus palabras, que estimulan a seguir escribiendo mis recuerdos.
guardo en mi memoria los versos futuros que algun dia escribire para mis hijos :)
ResponderBorrarconmovedor!
Leonel, que más te podría decir:
ResponderBorrar¡Felícidades para tu hija!
(... y para ti, pues por lo que leo, tú creces en cuerpo y alma al mismo tiempo que tus hijas)
Saludos,
Mauro
Asombra, no tu amor por ella porque todos los padres lo tenemos por nuestros hijos, sino tu locuaz apasionamiento por mostrárnosla de la mejor manera, es decir, tal cual es. Y vaya que lo has conseguido como no podía ser de otra manera.
ResponderBorrarMis felicitaciones a vos también por ser el padre de esta niña.
Muchas felicidades para Panchita.
ResponderBorrarQuerido amigo los hijos son la felicidad completa, son la luz, el camino y la verdad.
ResponderBorrarAdorable y justo el destino que te colmo de tales bellezas e inteligencias.
Mis felicidades Panchita, te deseo mucha sabiduría en la vida.
Mis besos Princesa
Un gran abrazo PAPA
hOla..
ResponderBorrarpsss qreo qee iniciare
Felicitando a panchita...
FELIZ CUMPLEAÑOS PANCHITA..si ve el mensaje personalmente seria increible..si no, qreo qe tu le podrias dar el recadoo..
Panchita es afortunada..un regalo como las palabras de su padre.. esta mas qee geniaL..
jajajja ademas felicito a panchita por nacer en este mes increible como septiembre.. ajajajaj obvio yo tambien nací en este mes.. pero 7 días despues e panchita..jajajaja
me despidoo pasatela.muy muy biien
qee todo se cumple..me gustaria poder leer tu libro
Hola, muchas gracias por pasarte por mi blog. Me alegro mucho de que te guste. Qué bonito es leer las palabras de amor de un padre a una hija. Saludos desde Estocolmo
ResponderBorrarQue lindo lo que escribiste, reflejas tan bien como es la Panchita, y es verdad que es pura dulzura y coqueteria, claro esta que eso lo heredo de su tia (yo), jajajaja.....
ResponderBorrarFrancia